Área Formación Integral Humana y Religiosa (FIHR)
Distrito Educativo 08-05
¿Qué es la Formación Integral Humana y Religiosa?
La
Formación Integral Humana y Religiosa es un espacio de vivencia, reflexión, análisis,
búsqueda y discernimiento a las interrogantes e inquietudes
personales, sociales y espirituales que se suscitan en la vida de los y las
estudiantes. Propicia nuevos aprendizajes, compromisos personales y
comunitarios en sus diversos contextos.
Es un área curricular con su estructura,
naturaleza, metodología, competencias, contenidos e indicadores de logro igual
que las demás que componen el diseño curricular educativo.
El Currículo del área de Formación Integral Humana y Religiosa forma parte del plan educativo dominicano que busca vincular los contenidos curriculares a la práctica cotidiana del ser humano como persona individual y social. Exige la formación y desarrollo de niños y niñas, adolescentes y personas adultas capaces de darle sentido profundo y coherente a su vida y de tener una visión integradora de su mundo.
I. Consideraciones
y justificación.
El Área de Formación Integral Humana y Religiosa procura el desarrollo de una visión holística de la persona en sus características antropológicas, axiológicas, religiosas y trascendentes. La misma crea el espacio para reflexionar, buscar y proyectar respuestas a las interrogantes que se suscitan sobre la existencia humana.
Su fuente inspiradora es la dignidad inalienable e inviolable de la persona humana. Todo hombre y toda mujer tienen en sí una nobleza que les viene dada por la dignidad de la que están investidas, por ser persona única, creada a imagen y semejanza de Dios.
Se pretende discernir y situar el aporte que lo religioso puede brindar en la construcción de una sociedad democrática y de un ser humano capaz de desarrollar relaciones humanas de calidad y valores tales como la solidaridad, la justicia y el respeto por la vida. El hecho religioso está arraigado en la vida de los pueblos y sus culturas a manera de expresiones, criterios, sentimientos, actitudes y valores. En nuestro caso es el cristianismo el que impregna con sus valores la cultura dominicana.
El área asume y privilegia como horizonte de su accionar educativo cuatro dimensiones relacionales de la persona al propiciar una relación más profunda y equilibrada consigo mismo/a, con los y las demás, con la naturaleza y con Dios.
Desde el currículo se procura acompañar a los y las estudiantes en el proceso de crecimiento, cambios y conflictos que se presentan en las diferentes etapas de la vida, en la búsqueda y afianzamiento de la propia identidad, en el cultivo de la afectividad, de la espiritualidad y en la construcción de una recta conciencia que oriente sus futuras opciones.
En este sentido el área contribuye a la dimensión humanística del currículo apoyada en el desarrollo de valores, en los derechos humanos y en una perspectiva ético-moral que conduce hacia la valoración de la vida y la convivencia fraterna en apertura a la trascendencia.
La permanencia de la enseñanza moral y religiosa
consignada en el currículo actual como Formación Integral Humana y Religiosa se
explica por las razones histórico-culturales,
jurídicas y por los convenios internacionales que la sustentan. 1
1 Agudelo, C. H. A. (2001). Educación en los valores: talleres
pedagógicos. Bogotá: Paulinas.
